Envía un mensaje de pésame o comparte un recuerdo.
Querida hermana, qué pronto te fuiste, en silencio, a tu manera... Y aunque el tiempo siga su curso, tu presencia sigue siendo parte de cada rincón de nuestro corazón. En cada recuerdo, en cada momento, sigues viva, querida Agustina, como una luz que nunca se apaga. Tus risas, tu energía, tu amor por la vida siguen en nosotros. Y es que, como bien decía tu canción favorita: “Si me das a elegir entre tú y la gloria, pa' que hable la historia de mí, por los siglos... Ay amor, me quedo contigo.” En ese amor que nos diste, encontramos consuelo y paz. Porque si hay algo que quedó claro con tu partida es que, al igual que en esas letras, tu lugar siempre estuvo a nuestro lado. Y aún ahora, sentimos tu amor, esa luz que jamás se apaga. Tu vida fue un testimonio de amor y de cariño infinito. Como bien decía la canción: “Pues me he enamorado, y te quiero, y te quiero... solo deseo estar a tu lado.” Nos dejaste un legado inmenso de amor incondicional, de esos momentos que solo tú sabías regalar. Nos hiciste sentir que, sin importar lo que pase, estar contigo era el lugar más seguro y feliz. Aunque el tiempo y la distancia nos separen, seguimos soñando con tus ojos, recordando tus besos y sintiendo tu abrazo cálido. Como bien cantaba la canción: “Soñar con tus ojos, besarte los labios, sentirme en tus brazos, que soy muy feliz.” Esas palabras resuenan en nuestros corazones, porque aunque ya no estés físicamente, sigues siendo parte de nosotros, como el amor que nunca se va, y como ese cielo que nos abrazará algún día. Hoy, más que nunca, nos quedamos contigo, en cada pensamiento, en cada vivencia. Y sabemos que, como decía la canción, “si me das a elegir entre tú y mi idea, que yo sin ella soy un hombre perdido... Ay amor, me quedo contigo.” Siempre te llevaremos en el alma y en el corazón. Hoy y siempre, te amamos, querida Agus.
Padres: Juan Antonio y Almudena Hija: Paula Hermanos: Loli, Belén y Juanjo